jueves, 25 de noviembre de 2010

CASA JIMÉNEZ DE LA GUARDIA. Por Daniela Soto Acuña.

Historia: Fue construida entre 1900 a 1905 por el arquitecto, constructor y decorador italiano Francesco Tenca Tedrazzini[1]  (1861-1908) influenciado por el Art Nouveau italiano. 
            

 Foto tomada en Octubre, 2010.

           Fue diseñada por su primer propietario el abogado, político y diplomático Francisco Jiménez Ortiz. Quien procede al igual que su esposa, Isabel de la Guardia, de familias poderosas y ricas de Cartago.
            La Casa fue escenario de encuentros políticos e históricos relevantes, ya que el señor Jiménez Ortiz ocupaba puestos públicos importantes (vice-presidente y regidor de la Municipalidad de San José, Ministro de Relaciones Exteriores, dueño de “La Información” (1917) periódico oficial bajo la dictadura de los hermanos Tinoco, Diputado en la Asamblea Nacional Constituyente de 1949, Presidente del Colegio de Abogados, miembro del Gran Consejo Electoral[2], entre otros).
            De 1902 a 1910 Costa Rica estuvo gobernada por dos hombres liberales: Ascensión Esquivel Ibarra y Cleto González Víquez. El primero de ellos llegó al poder junto con la crisis de los precios del café, a pesar de ello, logró un progreso sostenido de la nación. Y el segundo apostó a la infraestructura, amplió el sistema de alcantarillado y pavimentó San José, inicia la avenida central, construye la Biblioteca Nacional (actualmente un parqueo), casi finaliza el ferrocarril al Pacífico, etc. Don Cleto deseaba que San José fuera una ciudad más populoza, ya que no lo era, a pesar, de los esfuerzos de educar a la población.

Modernismo en Costa Rica.

            En esa época es que aparece el modernismo en nuestro país gracias a la difusión mediante revistas, fotografías, etc., la llegada de arquitectos europeos: alemanes, italianos y catalanes a nuestro país y el acelerado proceso de industrialización, el cual fortaleció económicamente y aumentó el poder político de la burguesía, lo que a su vez despertó en esta clase un afán de renovación cultural, propio de lo que se vivía en Europa a inicios de siglo XX (como vimos en el apartado de Art Nouveau) además de ser una época de cambio en los métodos constructivos, se buscaba “una armonía “natural” entre la estructura y su decoración, para lo que se valieron tanto de la industria moderna como de la artesanía tradicional”[3]
             Uno de los emigrantes fue Francisco Tenca, ingeniero-arquitecto italiano, quien llegó a nuestro país junto con los hermanos Durini, a mediados de los noventas (quienes poseían una empresa de construcción. Edificaron el Mercado Central de San José, el mármol del Teatro Nacional, el Matadero Municipal, la Casa de Corrección de Menores (actual Liceo de Costa Rica), antiguo Hospital San Juan de Dios, la Casa de Julia Núñez (importante importadora de café), el Almacén Steinvorth (influencia de Richardson) y la Casa de las Velásquez (sólo se conserva la fachada, el mosaico que posee en su parte superior fue colocado manualmente por Francisco Tenca), entre otros casas y edificios que fueron destruidos).

 
            Francesco Tenca estudió en su ciudad natal: Milán, fue contratado por Jiménez Ortiz para la construcción de la Casa Jiménez de la Guardia, la cual posee elementos claramente definidos como Art Nouveau italiano. Por ejemplo, posee mucha similitud (volumétrica y en cuanto a la distribución de los elementos) con la Villa Scott o popularmente conocida como “Villa Bambino Urlante”, construida en 1902 en Turín por el arquitecto Pietro Fenoglio. La observamos en la siguiente imagen:
 

Junto a la compañía de Tenca, atendían el auge urbano las empresas privadas del ing. Lesmes Jiménez, la de Humberto Bertolini, la constructora El Ing. Federico Jiménez Ortiz, y la English Construction Company de Wanceslao de la Guardia[4].

            La Casa Jiménez de la Guardia se termina de construir en 1905. En 1910 el terremoto de Cartago no afecta la casa.
Edificio Roy.
 
            En 1917 Jiménez Ortiz apoyaba el golpe de estado a Alfredo González Flores por los hermanos Tinoco, en ese entonces el ilustre abogado era propietario del periódico “La Información” (cuya editorial se encontraba en el edificio del lado oeste de la casa (actual Edificio Roy)), fue tal el apoyo que Federico Tinoco recibió que este periódico pasó a ser el oficial de la nación, por lo que el pueblo en una revuelta quemó el edificio esquinero, poniendo en grave peligro a la Casa Jiménez de la Guardia. En 1920 el Edificio Roy se empezó a construir, bajo la influencia del eclecticismo. 
             
 
      El terremoto de 1924 de Orotina destruye totalmente el segundo piso de la Casa. Por esta razón, es reedificado en pajareques franceses (esqueleto de madera y concreto). En la mayor parte se mantuvo fiel al modelo original, pero fueron modificados algunos de sus elementos, por ejemplo, la terraza fue eliminada y 4 estatuas femeninas que representaban los continentes (que se encontraban en cada una de sus esquinas) fueron donadas a la Junta de Caridad (la cual presidía Jiménez Ortiz)[5], estas alegorías se encuentran actualmente en el jardín del Antiguo Asilo Chapuí. 

 En la entrada se sustituye el portón grande y los dos pequeños, por los dos pequeños que hay actualmente[6].
            En 1998 fue declarada Patrimonio Histórico Arquitectónico por la sección de Patrimonio del Ministerio de Cultura, Juventud y Deporte.

Elaborado por Daniela Soto Acuña. Estudiante. Curso "Filosofía del Arte". Escuela de Filosofía. Universidad Nacional de Costa Rica. 2010.

Bibliografía
Libros:
Ø       Benevolo, Leonardo. HISTORIA DE LA ARQUITECTURA MODERNA. Cuarta edición actualizada con la novena edición en italiano. Editorial Gustavo Gili S.A. Barcelona, 1980.
Ø       Delius, Peter (editor). HISTORIA DE LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XX. Editorial Koneman, China, 1998.
Ø       Dorfles, Gillo. LA ARQUITECTURA MODERNA. Segunda edición, Editorial Seix Barral S.A. España, 1967.
Ø       Fernández, Andrés. UN PAÍS TRES ARQUITECTURAS (Art Nouveau, Neocolonial Hispanoamericana y Art Decó en Costa Rica 1900-1950). Primera edición. Editorial Tecnológica de Costa Rica. Cartago, 2003.
Ø       Fonseca C. Elizabeth y otros. HISTORIA DE LA ARQUITECTURA EN COSTA RICA. Fundación Museos del Banco Central de Costa Rica, San José, 1998.
Ø       Sharp, Dennis. HISTORIA EN IMÁGENES DE LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XX. Editorial Gustavo Gili S.A.

Artículos y noticias:

Øhttp://www.mcjdcr.go.cr/patrimonio/centro%20de%20investigacion%20y%20conservacion%20del%20patrimonio%20cultural/inmuebles%20declarados%20patrimonio%20historico/san_jose/san_jose_01_carmen/Casa_jimenez%20_guardia.html consultada 13/10/10.



Colaboración:
Edgar Ulloa. Historiador de Arte y Filósofo. Universidad de Costa Rica.
María Alejandra Triana. Historiadora de Arte. Universidad de Costa Rica. Curadora Museo del Banco Central.








[3]    Fernández, Andrés. UN PAÍS TRES ARQUITECTURAS (Art Nouveau, Neocolonial Hispanoamericana y Art Decó en Costa Rica 1900-1950). Primera edición. Editorial Tecnológica de Costa Rica. Cartago, 2003. Págs.32 a 35.
[4]    Ibídem. Pág. 36.
[5] Según el Lic. Carlos Eduardo Hernández Pacheco (historiador del Hospital San Juan de Dios desde hace 35 años) dichas esculturas fueron donadas por el Club Unión a la Junta de Caridad en el año 1936. Desde esa fecha hasta 1980 estuvieron en los jardines frontales de dicho Hospital. En 1980 fueron trasladas donde actualmente se encuentran: en el patio del antiguo Asilo Chapuí, frente a la Soda de las Damas Voluntarias. Según versiones de dicho funcionario las estatuas fueron elaborados por Alejandro Durini (padre de los hermanos Durini) en Italia, de donde fueron traídas. Todavía hay muchas dudas y misterios en relación a la presencia de estas estatuas en la Casa Jiménez de la Guardia.
[6]    Información recopilada en la “Conferencia sobre la Casa Jiménez de la Guardia" impartida por el arquitecto Andrés Fernández, en la sede de ICOMOS, en San José, el 20/10/2010.

ART NOUVEAU. Por Daniela Soto Acuña.

     La arquitectura moderna nace en virtud de los cambios técnicos, sociales y culturales ligados a la revolución industrial (finales del siglo XIX e inicios del XX). Según Leonardo Benevolo, esta inicia con la actividad práctica de Morris (artesano inglés) cuando en 1862 sale al mercado la firma “Morris, Faulkner, Marshall & Co”. Sin embargo, el movimiento de renovación de las artes aplicadas nace en Bélgica (entre 1892 y 1894) y nace ex abrupto con la casa Tassel de Horta (Bruselas, 1892-1893), la decoración de Van de Velde para su casa en Uccle (1893) y los muebles del ebanista Serrurier-Body (obras sin precedentes usando los elementos del nuevo estilo)[1].

            Arriba: Casa Tasel de Víctor Horta. Abajo: Casa Uccle de Henry Van de Velde.
Así, el arte moderno o el modernismo se inicia en Europa (en Bélgica) en la segunda mitad del siglo XIX, debido a la innovación en los materiales de construcción y en los espíritus de los artistas de la época. El Art Nouveau es arte que logra acoger y utilizar los productos de la revolución industrial (nuevos materiales: hierro y el cemento). Se empieza a hacer uso del hormigón armando (conglomerado de cemento, arena, grava y agua, dentro del cual va una armadura de hierro)[2] lo que abre paso a nuevas técnicas de construcción y nuevos estilos arquitectónicos. El uso de los nuevos materiales afecta la industria de construcción, por ello es que se “fija la arquitectura moderna en la segunda mitad del siglo XIX, o sea, en el momento de la gran aparición de los primeros grandes edificios con estructura metálica y de origen ingenieril”[3].
            Sin embargo, más que una innovación en los materiales de construcción (pues muchos ya existían en la antigüedad, salvo el hormigón armando, el cual se introduce en los años 90's) la novedad y originalidad del movimiento fueron el resultado de un sentimiento general de liberación de rutina represiva, teniendo como enemigos declarados al historicismo (neo-barroco, neo-gótico, etc) y el eclecticismo[4].
            El Art Nouveau buscó su inspiración en la naturaleza, haciendo de lo orgánico, la fluidez (del movimiento del cuerpo e imitación de las formas naturales) y lo femenino (en contraposición de la concepción masculina de la belleza en el neoclasicismo) su sello característico. De ahí que tanto lo celta y lo japonés influenciaron esta forma nueva. Fue un “lenguaje ambiental”[5]

Arriba: Las 4 estaciones. Abajo: Calendario. Diseños de Alphonse Mucha.

           Dicho arte no fue aceptado como tal debido a la disidencia con los estilos precedentes (barroco, neoclásico, gótico, etc.). Incluso fue considerado anti-arte.
            El Art Nouveau, tuvo como máximo exponente al belga Henry Van de Velde (1863-1957) (inspirado en el movimiento inglés de Arts and Crafts), precisamente la exposición que este organizó en Francia en 1896 en la Galería de Bing, señaló el inicio del modernismo en ese lugar y alcanza el apogeo en la Exposición de 1900 (también se le llamó Estilo 1900[6]) “Para Van de Velde cualquier objeto cotidiano era un producto de artesanía artísticamente configurable, que había de ser sometido a una conformación específica”[7]. Además del anterior, Víctor Horta (1861-1947) Paul Hankar (arquitecto, 1857-1901), Gustave Serrurier-Body (decorador, 1863-1957) fueron importantes exponentes de la nueva corriente en Bélgica, en Holanda P.H. Berlage (1856-1934, quien influenció a arquitectos alemanes), en Viena Otto Wagner (1841-1918), Inglaterra Ruskin (1819-1900) y Morris (1834-1896), en América Louis Sullivan a quien se atribuye la expresión “form follows function”, cuya frase se convirtió en la directriz de la arquitectura moderna[8] y en España Antonio Gaudí[9].

 Abajo: diseño del ebanista Serrurier-Bovy.


       En Inglaterra se funda el movimiento “Arts and Crafts” por William Moris (que inspira el Art Nouveau belga), que trata de unir la “renovada conciencia del trabajo artesano -auténtico y no imitativo- con la sucesiva adopción de los nuevos medios que proporcionaba la máquina”[10], a partir de ello nace el verdadero precursor de la arquitectura moderna, según Gillo Dorfles, denominado: el Liberty (pero como corriente claramente definida surge en Bélgica, de acuerdo, a la mayoría de los historiadores del Arte, sin embargo, la influencia inglesa es indiscutible). El mérito de sus fundadores reside precisamente en haber comprendido que con los nuevos materiales, dada su funcionalidad era posible crear nuevas formas, sin ceder a la mecanización. Esta corriente “Arts and Crafts” viene a propugnar un retorno a la tradición artesana de corte medieval. Bajo el artesano William Morris, de los arquitectos Philip Webb y John Ruskin, este movimiento se propuso conformar el espacio vital cotidiano (para resolver problemas de vivienda, etc., debido a la incapacidad de la arquitectura de la época de solucionarlos) con productos de calidad de realización artesana, con el fin de que los objetos industriales de la producción en masa no ganasen la partida y anulasen la estética del producto[11].
     Morris estuvo ligado a la Hermandad Prerrafaelista, la cual reaccionaba contra el manierismo (estilo artístico que se desarrolla desde 1530 hasta 1600, pintores que seguían la técnica de Rafael, Miguel Ángel y Leonardo), Morris buscaba formas más auténticas en la Edad Media (antes de Rafael) para probar la primacía del ser humano sobre la máquina. Pretendía volver a la manufactura artesanal en contraposición con la producción en masa, aspecto criticado posteriormente, pues hizo que el arte sólo fuera accesible para las clases económicamente poderosas.
            La influencia inglesa (Ruskin y Morris) en la obra de los belgas está ampliamente reconocida, por ejemplo, Van de Velde afirma “es indudable que la obra y la influencia de John Ruskin y William Morris fueron las semillas que fecundaron nuestro espíritu, que desertaron nuestra actividad y provocaron la total renovación de la ornamentación y de las formas de las artes decorativas”[12]. Sin embargo, Van de Velde se aparta de Morris y afirma que “las experiencias de Morris y sus continuadores son demasiado aristocráticas y alejadas de la realidad, y afirma que la renovación del arte surgirá de la confiada aceptación de las máquinas y de la producción en serie”, pero será el arte quien deberá de determinar los materiales a desarrollar y no a la inversa, además, Van de Velde cree en la individualidad del artista y su libertad (no responde a reglas ni cánones)[13].


           En Francia a mediados del siglo XIX los pintores salían al campo, de ahí que las formas expresivas cambian por el contacto intenso y directo con la naturaleza (curvas de los árboles, los pétalos, etc). Predominaban los estilos florales.
            Entonces a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX surge en diversos lugares de Europa tal corriente conocida bajo diversos nombres: Art Nouveau (Francia y Bélgica), Modern Style (Inglaterra), Sezession (Austria), Jugendstil (Alemania) y Stile Floreale (Italia). Pero todas poseen el carácter de innovación absoluta frente al historicismo del siglo anterior.
            No se pueden establecer características concretas y únicas del Arte Moderno en general, pues cada artista tuvo su propia técnica, ideología, visión, etc., lo único en común fue: el espíritu innovador. A pesar de ello, en términos muy generales podríamos señalar como algunas de sus singularidades las siguientes:
-         Está influenciado del arte japonés, con sus particulares estructuras asimétricas, en contraposición a las artes renacentistas, donde la simetría es una de sus mayores postulados estéticos. Sin embargo, en el caso de la Sezession, ésta para reaccionar contra el neoclasicismo toma elementos del barroco alemán (ej. Olbrich). 
-         El renovado estudio de la naturaleza, interpretado a través del aspecto orgánico de sus formas estructurales (desarrollo de elementos simbólico-estructurales), no limitándose a una llana imitación de la misma.
-         La admiración por las construcciones técnicas-ingenieriles que adoptan el sentido orgánico de las líneas naturales[14].         

      Con el rompimiento de formas y reglas, que vino a desatar, el Art Nouveau en todo el continente Europeo y más allá de él, promovió un clima de opinión favorable a la experimentación, la creatividad y el vanguardismo, con lo que preparó el camino para la época siguiente y otra etapa nueva del desarrollo[15]

Hecho por Daniela Soto Acuña. Estudiante de Filosofía. Curso "Filosofía del Arte". Prof. Rosa María Margarit. Escuela de Filosofía. Universidad Nacional de Costa Rica, 2010.

Bibliografía.

Ø       Benevolo, Leonardo. HISTORIA DE LA ARQUITECTURA MODERNA. Cuarta edición actualizada con la novena edición en italiano. Editorial Gustavo Gili S.A. Barcelona, 1980.
Ø       Delius, Peter (editor). HISTORIA DE LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XX. Editorial Koneman, China, 1998.
Ø       Dorfles, Gillo. LA ARQUITECTURA MODERNA. Segunda edición, Editorial Seix Barral S.A. España, 1967.
Ø       Fernández, Andrés. UN PAÍS TRES ARQUITECTURAS (Art Nouveau, Neocolonial Hispanoamericana y Art Decó en Costa Rica 1900-1950). Primera edición. Editorial Tecnológica de Costa Rica. Cartago, 2003.
Ø       Fonseca C. Elizabeth y otros. HISTORIA DE LA ARQUITECTURA EN COSTA RICA. Fundación Museos del Banco Central de Costa Rica, San José, 1998.
Ø       Sharp, Dennis. HISTORIA EN IMÁGENES DE LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XX. Editorial Gustavo Gili S.A.


























[1]    Benévolo, Leonardo. Pág. 7.
[2]    Dorfles, Gillo. LA ARQUITECTURA MODERNA. Segunda edición, Editorial Seix Barral S.A. España, 1967. Pág. 13 y 14.
[3]    Ibídem. Pág. 16.
[4]    Sharp, Dennis. HISTORIA EN IMÁGENES DE LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XX. Editorial Gustavo Gili S.A. Pág.12.
[5]    Fernández Ramírez, Fernando. UN PAÍS, TRES ARQUITECTURAS (Art Nouveau, Neocolonial Hispanoamericano y Art Decó en Costa Rica 1900-1950). Primera edición. Editorial Tecnológica de Costa Rica. Cartago, 2003. Págs. 33 y 34.
[6]    Ibídem. Pág. 34.
[7]    Delius, Peter (editor). HISTORIA DE LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XX. Editorial Koneman, China, 1998. Pág. 12.
[8]    Delius, Peter (editor). HISTORIA DE LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XX. Editorial Koneman, China, 1998. Pág. 9.
[9]    Dorfles, Gillo. LA ARQUITECTURA MODERNA. Segunda edición, Editorial Seix Barral S.A. España, 1967. Págs. 19 a la 30.
[10]   Ibídem. Pág. 17.
[11]      Delius, Peter (editor). HISTORIA DE LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XX. Editorial Koneman, China, 1998. Pág. 10.
[12]   Citado por Benevolo, Leonardo. HISTORIA DE LA ARQUITECTURA MODERNA. Cuarta edición actualizada con la novena edición en italiano. Editorial Gustavo Gili S.A. Barcelona, 1980. Págs. 302 y 303.
[13]   Ibídem. Págs. 312 a 314.
[14]   Dorfles, Gillo. LA ARQUITECTURA MODERNA. Segunda edición, Editorial Seix Barral S.A. España, 1967. Pág. 19.
[15] Sharp, Dennis. HISTORIA EN IMÁGENES DE LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XX. Editorial Gustavo Gili S.A. Pág. 20.